El Marraco y otros gigantes de Lleida

La fama de los gigantes de Lleida procede de remotos años. Cabe realizar una mención especial al marraco. Es una palabra procedente del euskera, que significa "dragón". Debemos remontarnos Al siglo V, cuando en Cataluña estaba asentado un pueblo indígena, los ilergetes, que tenían como divinidad a este dragón al que, a través de los siglos, se le otorgarían otros significados, sirviendo en las últimas décadas como un equivalente del "coco", con el fin de lograr que los niños sean obedientes.

El marraco de Lleida aparece por primera vez en el siglo V de nuestra era. Se le consideraba un dios dentro del pueblo indígena de los ilergetes. Este dragón, procedente de una naturaleza imaginaria, estaba a la altura de un padre espiritual, el cual tenía a hijos terrenales, denominados caudillos. Uno de estos caudillos conocidos era Indíbil, rey que vivió doscientos años antes de Cristo, al que se le podrían atribuir ciertos poderes por ser el hijo terrenal de una deidad.

Poco a poco, a este dragón mitológico se le fueron dando otros significados simbólicos, hasta representar a una entidad malvada que se tragaba a los niños desobedientes.

En el siglo XX tenemos la referencia más cercana, convirtiéndose en el símbolo que conocemos hoy en día. Así, en 1906 se inicia una reforma de los famosos gigantes de Lleida, hasta que, un año después, para amenizar el Pregón de la ciudad, se decide representar materialmente al marraco.

El 10 de mayo de 1907 aparece el impresionante dragón, que avanza por las calles de Lleida ayudado por un coche fúnebre. Este diseño hace su última aparición en 1915, y aunque es solicitado en los años posteriores, habrá que esperar más de una década para que reaparezca.

Será en 1941, cuando por mandato municipal y siendo encargado al artesano Domènech, hace nuevamente aparición este colosal dragón. Debido a su alto coste, en 1956 fue suprimido por la comisión de fiestas.

El 14 de mayo del siguiente año se presenta un nuevo diseño, esta vez encargado al arquitecto Lluís Domènech. Se lograron abaratar los materiales de producción y traslado, consiguiendo un marraco aún más grande, al que se le iluminaban los ojos y poseía una cabeza articulada.

Debido a las riadas que sufrió la ciudad en 1982, el macarro de Domènech se destruyó, reconstruyéndose de manera íntegra por Pepín Cano. Este dragón se mantuvo activo hasta 1992.

En 1993 se construyó el último marraco que sigue saliendo a las calles actualmente. Parte de su diseño fue creado por Joan Miró, que le dio un cuerpo de fibra de vidrio para reemplazar al anterior, fabricado de madera.

Los dos primeros marracos incorporaban un sistema para que los niños pudieran entrar dentro de la barriga y salir por la cola. Actualmente esto no se da, pero sí se ha generado una nueva tradición que es que muchos niños le dan los chupetes cuando ya no los usan.

Los gigantes de Lleida

Para entender la aparición del marraco en las fiestas ilerdenses, debemos remontarnos nuevamente a la época medieval, a los "imagots", gigantes que hacían acto de presencia durante los Autos Sacramentales en la catedral vieja.

El ayuntamiento de Lleida, la Paeria, en 1840 realiza su primer encargo a Ramón Corcelles para la creación de los nuevos gigantes, que aún se siguen conservando. Estos servirían para recibir la visita de Isabel II y la regente María Cristina, el 24 de junio del mismo año. En 1921, esos gigantes fueron restaurados, representando a Cleopatra y Marco Antonio.

En 1896 se realizaron los Gigantes Chinos, que representaban a misioneros e iban a la cabeza de la procesión de la Santa Infancia. En el incendio de 1936 se perdieron, siendo reconstruidos en 1946.

En 1949, el gobernador Carrera Cejudo regala a la ciudad un gigante parecido a Jaume I, completando la pareja, al año siguiente, con la reina Leonor.

En 1951, nuevamente se hace una incorporación a la colección de los gigantes, con doña Violante y Moro. Al año siguiente se suma doña Zobeida y, en 1958, el gigantillo infante Berenguer acompaña a su pareja, doña Violante.

En 1995, los últimos gigantes son los egipcios, muy al estilo de los que iniciaron esta colección a principios del siglo XX.

Tanto los gigantes como el marraco salen a las calles de Lleida en diferentes fiestas. Estas son:

- La cabalgata de los Reyes Magos, el 5 de enero.

- La fiesta Mayor de Mayo, apareciendo todas figuras el día del pregón y volviendo a coincidir durante la Batalla de las Flores, el Encuentro de Gigantes y el día de la Clausura.

- La romería de los Farolillos de Santiago, el día 24 de julio.

- Las fiestas de otoño, en honor a San Miguel, el 29 de septiembre.

La Casa de los Gigantes

Cercana a la Catedral Nueva se sitúa esta casa que funciona como museo. Allí se alojan los gigantes, que son expuestos durante todo el año para que todos puedan ir a verlos.

En la Casa de los Gigantes de Lleida se hace difusión de esta cultura, tan valorada en todo el territorio nacional. El visitante, además, puede apreciar a los cabezudos, los cavallets del Ball, los marraquets y los carteles de fiestas históricos. También podemos disfrutar de un espacio informativo dedicado al marraco.

Como ves, los gigantes de Lleida forman parte de la historia de la localidad, junto al mítico marraco o dragón, con el que se sigue atemorizando a los niños desobedientes. ¿Preparado para disfrutar de estos diseños en las fiestas que celebra la ciudad a lo largo del año?